Carlitos, Adolfo y nosotros
Una pirueta, un bombín, un paso peculiar.
Caritas trastocadas por la risa,
seños adustos sonriendo a su pesar.
Nunca un bigotito fué tan entrañable.
Palabras terribles, que hablan de matar.
Manitas pidiendo clemencia, r
ostros adustos llorando a su pesar.
Nunca un bigotito fué tan abominable.
¿Cuál es la vida verdadera?
¿Carlitos, su inocencia y su galera?
¿Adolfo, su rabia y su locura?
¿O nosotros, tomando la alegría a la ligera,
buscando culpables entre vecinos,
allanando a los odios el camino?.
Sin rumbo vago junto al río.
Carlitos me guiña desde el reflejo de la luna,
me imagino inocente,
pero presiento escondido, presto a saltar, al ser impío,
en mí, en nosotros,
en las manos de la gente,
o agazapado, al otro lado de la duna.
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